lunes, 19 de mayo de 2014

La página 95


                                                                                                                                        Acabo de reconocer mi final
                                                                                                                                        que no es sino mi principio.




Losing my Religion- R.E.M


Me he propuesto hacer lo que siempre dije que no haría que es justamente lo que siempre quise hacer y lo que acabo haciendo casi siempre.

Me he propuesto leerME.

Desde la primera hasta la última página, escocida por el tiempo, fustigada por los intentos y reforzada por las decisiones.

Y aquí ando a la aventura dentro de un terreno que consideraba como propio.

Purgando las penas escribiendo y bailando. Tratando de marcar con acciones lo que no hacen las palabras y, mucho menos, las horas.

                                  Sintiéndome dividida y dividiendo los sentimientos.




Me encuentro en un punto de inflexión, flexionando todo menos el corazón, que es lo único que ya no puede ceder más, de ser así acabará por romperse y haremos aguas.




Es como una felicidad amarga que te deja mal sabor de boca fruto de siete días de mierda con corazones rotos cada siete pasos y… dudas.  Muchas dudas en la boca.




Oportunidades, nunca he sido persona que creyera en ellas, es como el tema de las casualidades… somos cínicos desde nacimiento . Y lo siento, pero hoy escribo sintiéndome sentada y enfadada con el mundo. Mundana y trivial, como sus palabras.

Sin un tema concreto, queriendo hablar de lo global que es poco certero, queriendo ser todo mientras es nada. Y he decidido que a mí me basta.

Es como ese auto-martirio consentido y voluntario hasta incluso adicto, que hace empezar un libro que sabremos nos acabará desgarrando, pero lo leemos, no sólo lo leemos, hasta lo devoramos con fiereza dejando que las palabras entren dentro y exploten llevándose todo consigo, nos estamos purgando llevando a cabo esa idea absurda de que el dolor se va con más dolor.  Pero sabemos que todo acaba, mi libro de 100 páginas no podrá dolerme eternamente. Toda esta reflexión es fruto de la página 95. Y ya queda menos…

Somos los únicos que podemos destrozarnos ,y a menudo lo hacemos con bastante facilidad, la verdad es que somos un poquito hijos de puta y dañinos, sin embargo, que te quede claro,  yo me lamo las heridas como nadie.







                    De tentaciones va la cosa...

Tiento a esa boca tuya mentirosa y cruel a pasar un solo día cerca de la mía, que esa sí es destructora y vil cuando me tientas. 

                              Entiéndeme.

Vine desde un principio a luchar, y como te dije el primer día, yo soy la gata que siempre cae de pie.

             Soy de las que siempre ganan. 









AMB

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