miércoles, 11 de junio de 2014

Muero Matando



                                                                                                                                           No apto para sensibles
                                                                                                Ni para los que no encajan bien los golpes en la mandíbula.




Prends garde à ta langue- zaz



Como buenos aprendices en el arte de cagarla, pasa que a menudo seis o siete personas la cagan todas juntas a la vez, parece algo contagioso, como que si la cagan todos menos uno, éste pobre está casi obligado a cagarla a posta, porque… mal de muchos, consuelo de tontos.
De tontos sí, pero acompañados… que parece que las cosas si se hacen en grupo conllevan menos responsabilidades, y hay muchos más nombres junto al tuyo en la ruleta de la sociedad y puedes ir pasando más desapercibido.




Ocurre que eso de tirar la piedra y querer esconder la mano cuando tu víctima tiene en sus bolsillos granadas de mortero, no parece una estrategia adecuada para fomentar tu supervivencia.



 Luego están los que esconden sus piedras echándoles encima ceniza y silencio… recordemos que la vida es muy corta y las lenguas muy largas.










Retrasamos lo inevitable si pensamos que los secretos se irán con nosotros a la tumba.
Parece un lema de cobardes, aunque a mí me cuadra más la idea de tener muy desarrollada la habilidad auto-protectora. 
Es una tirita sobre una herida que pide a gritos aguja e hilo junto con calmantes o una botella de vodka o como el policía que se enfunda en su chaleco de balas y avanza con total parsimonia en medio de un tiroteo.  Recapacitemos, valientes, realmente la frase es al revés, los secretos se nos llevan a la tumba.

                                                   A lo hecho, pecho.

Frase mordaz donde las haya junto con una de mis favoritas:

 A enemigo que huye, puente de plata (candente y al rojo vivo, de la que abrasa).

Sabemos que una conversación no va por buen camino cuando empiezan con un típico “Nadie me llama puta y vive para contarlo”… a ver, cuidado, porque probablemente sea cierto que quieren cerrarte la boca por tenerla demasiado abierta… que todo ángel se caga de vez en cuando en Dios, a todo cerdo le llega su San Martín y tonto tonto, mierda mierda.

                                   ¡El que quiera entender, que entienda!
                    Ahora también os digo…, que el que quiere entender, entiende.



Las cosas claras y el chocolate con zurros, sí con Z, para quitarle espesor al asunto.

Nos auto-engañamos con fáciles excusas que calman nuestra conciencia pero en el fondo sabemos que son papeles que no hacen honor a su valor, NO pagaríamos un duro por nuestros argumentos aunque en plena batalla los defendamos a capa y espada.



 Así que, por favor, en esos momentos en los que nuestra voz interior está flipando y preguntándonos porque decimos una cosa cuando queremos decir la contraria, ese segundo de desafío con nosotros mismos cuando nos debatimos entre el orgullo o la humildad… desabrochemos la capa y tiremos la espada, no nos dejemos engañar con el falso bálsamo de una retirada a tiempo es una victoria, cambiemos la coraza de las excusas por la piel, la piel de siempre, ésa, la frágil, la tuya… reza al dios que más simpatía te despierte y al toro, acude con todo (que la mayoría de veces es lo mismo que nada).

Seamos coherentes por el simple placer de dar en la boca a todos aquellos que nunca lo son, solamente por dejar de serlo una vez. Todas las moscas acuden a la mierda, y últimamente parece haber mucha.


Mucha, ¿Qué?


Mucha Mierda para los que mueran matando porque serán los últimos en reír y es sabiduría popular que el que ríe el último, muere mejor

UY!, perdón…Ríe mejor.

Valoremos las consecuencias para no poder decir nunca que nos han pillado por sorpresa, ya existen bastantes cosas al azar como para dejarnos a nosotros mismos, lo siento, pero es imposible dejarnos llevar por la corriente, que luego nos golpean en la cara con el doloroso “Ande yo caliente y jódase la gente” y por hacer no hacemos ni un parpadeo. Sin embargo, luego nos dicen que las cosas en caliente nunca nos salen bien, 

¡Joder!, Aclárate.





                             ¿No querías caldo?, Pues toma dos tazas.





Ojos que no ven, corazón que no siente… Venga, ¿En serio?...Somos humanos y como tales nos tira más la curiosidad que la certeza, aaah!! pero espera, que la curiosidad mató al gato


Frase sentenciosa para quien la quiera, somos muy dados a dejarnos coartar por los demás…por el interés te quiero, ya seas Andrés, Pablo o la vecina del primero. 






Pues bien, para quien lo quiera…



Para mí que no lo quiero…, ojos que no ven, tozolón que te cascas. Y lo siento por la curiosidad pero ni soy gato ni creo serlo nunca, que por la noches todos los gatos son pardos, y yo soy muy puta.


                                                                                                Aquí Paz, y después Gloria.


AMB

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