lunes, 16 de junio de 2014

Vamos a contar mentiras

                                                                                                                          Miénteme.
                                                                                                         Pero nunca en silencio.



Otherside-Red Hot Chili Peppers



Yo soy perfecta y soy inofensiva.

Casi nunca ofendo cuando te vendo. Te vendería por cualquier causa perdida.

Siempre le diré a tus oídos lo que quieren oír y pondré en mi boca comentarios tuyos sin siquiera someterlos a juicio.

No cogeré jamás un escudo y lucharé en tu batalla gritando que mi amiga es la mejor.
No se me ocurriría decirte: “aquí, amiga mía, cometiste un error.”

                                                                 No, esa no soy yo.



Tampoco me verás alegrarme de tus logros y llorar con tus desgracias, te quitaré el hombro todas las veces que me llames aun cuando se te olvide darme las gracias.

No soy para nada crítica, y dejo títeres con cabeza casi siempre.

Puestos a decir verdades, diré qué:

                                                Jamás escuezo.

No te estoy agradecida y me encanta darte por perdida.


Soy todas estas y más cosas, conmigo el tiento lo primero para que luego no se nos vea el plumero.

Entre el Credo y el creo hay todo un abismo, casi tan grande como el debo y el quiero.

Mentimos al decirnos que todo es tan negro y que podemos entender perfectamente al que tenemos delante…, abusamos de la empatía, como una puta cría.

Que a mí nadie me dice si una cosa me duele o me deja de doler.
Si esta noche corro o me he dejado de correr. JODER!

Escribo sin canciones, esquivando corazones, que no hay filtro ni piedad, por lo que, al grano!  Esta noche iré directa a tus traiciones, de las hechas a susurros, como buenos campeones.

¿Un té?
Lo que sea, pero vamos… “que te voy a joder, pero bien”.
 
Refresca tu garganta, que probablemente la necesitarás, es lo que tiene ir echando anclas en este mar.

No podemos parar.
 ¿Ni siquiera a pensar?
 ¿Para qué?, ¿Para dudar?
¡Ni hablar!
Lo siento, ya no hay tiempo… esto es la cuenta atrás.   ¡A apechugar!

Bienvenidos al mundo de las lenguas viperinas, dueñas de palabras formando parte de nada, de las que fluyen en el viento e influyen a Dios y a ciento, para caer en cabezas vacías sedientas de muebles baratos en los que pasar el rato y dar sensación de normalidad.

Quizás sea ésta la definición de Sociedad.

Sinceridad, como alergia actual.

Hoy te voy a hacer llorar.  Casi sin esfuerzo, ¿Por qué?

Porque soy ella, tu consciencia, la que sabe lo que callas cuando nadie más escucha, canalla.

Duelo porque importo.

Todos tenemos una.

Así que cuidado con el que le damos la batuta del consejo y en el que dejemos recaer el peso de la moralidad, si luego no estamos dispuestos a escucharlo, y nos dejemos llevar.

Más que vértigo tengo miedo a que no estés a la altura. De girarme en esta guerra y verte a ti pisando tierra como un puto caradura.

Vamos a contar mentiras, puestos a contar cualquier cosa, podemos empezar diciendo que existirá un día en el que sin ton ni son, te vendo.

 Vamos a contar mentiras, a ver que conciencia está más tranquila, si la tuya o la mía.


AMB

El Final

                                                                                                                            The end of laughter and soft lies
                                                                                                                             The end of nights we tried to die




The End- The Doors



Cuantas veces existió todo un mundo entre los dos en nuestra cama. Cuantas veces nuestra cama no lo fue.

Cuantas veces has sido para mí el más completo desconocido, ésta y cualquier otra de las mañanas.

Cuantas veces la mayor de las ofensas fue vestirnos con sábanas limpias en lo que pudo ser una noche sucia, pero no lo fue.

Cuántas veces nos supimos ambos dormidos y dejamos el amor como desconocidos para otra ocasión. Cuántas veces la ocasión nunca llegó.

Y aquí estoy yo

Y quién cojones sabrá dónde andarás tú.

Hoy, mañana, al otro... qué más da!

Sin decirlo en voz alta, nos acogió el final.

De sopetón, como ocurren las cosas importantes en la vida, casi casi como a traición.


Y sólo quería decirte, si me hubieras dejado… habría querido partirte, como tantas veces partimos, ésos palillos chinos, en que, finalmente, nos convertimos.







Le he hecho un hueco al colchón
Para meter dentro el corazón.
A ver si le ponemos fin
A ti
A mí
A los dos
Gritándonos con la boca
Hasta perder la razón
Sin saber a quién le toca
Esconderse en el rincón.
Como dos profesionales
Jugando a un juego de animales.
Y tú, que has visto mi olvido
Y sintiéndote perdido
Sin dudarlo, me has vendido.
Yo, la reina de tus mares
Lejos de ser una dama
Si me sueltas en tu cama.
Yo, la reina de tus males,
Leona rabiosa,
Audaz y mentirosa.
A mitad de camino
Entre tu ombligo y el mío
Vino, divino, tu instinto canino.
Como una mala rima
Así fue la racha.
Venga ¡corre!
Saca el hacha.
Tiempo muerto
Tiempo fuera
Uno tuerto
Yo a la hoguera.
Como una bruja
De las de sombrero y escoba
Buscando formas de joderte la vida,
Llámame de todo
Y que no se te olvide loba
Que tú estás roto
Y yo hago criba.
Haré las mil y una
Tacones muy altos
Y la falda muy corta,
Bailándole a la Luna
Para que me lo reproches,
Ésta y todas las noches.



AMB

miércoles, 11 de junio de 2014

Muero Matando



                                                                                                                                           No apto para sensibles
                                                                                                Ni para los que no encajan bien los golpes en la mandíbula.




Prends garde à ta langue- zaz



Como buenos aprendices en el arte de cagarla, pasa que a menudo seis o siete personas la cagan todas juntas a la vez, parece algo contagioso, como que si la cagan todos menos uno, éste pobre está casi obligado a cagarla a posta, porque… mal de muchos, consuelo de tontos.
De tontos sí, pero acompañados… que parece que las cosas si se hacen en grupo conllevan menos responsabilidades, y hay muchos más nombres junto al tuyo en la ruleta de la sociedad y puedes ir pasando más desapercibido.




Ocurre que eso de tirar la piedra y querer esconder la mano cuando tu víctima tiene en sus bolsillos granadas de mortero, no parece una estrategia adecuada para fomentar tu supervivencia.



 Luego están los que esconden sus piedras echándoles encima ceniza y silencio… recordemos que la vida es muy corta y las lenguas muy largas.










Retrasamos lo inevitable si pensamos que los secretos se irán con nosotros a la tumba.
Parece un lema de cobardes, aunque a mí me cuadra más la idea de tener muy desarrollada la habilidad auto-protectora. 
Es una tirita sobre una herida que pide a gritos aguja e hilo junto con calmantes o una botella de vodka o como el policía que se enfunda en su chaleco de balas y avanza con total parsimonia en medio de un tiroteo.  Recapacitemos, valientes, realmente la frase es al revés, los secretos se nos llevan a la tumba.

                                                   A lo hecho, pecho.

Frase mordaz donde las haya junto con una de mis favoritas:

 A enemigo que huye, puente de plata (candente y al rojo vivo, de la que abrasa).

Sabemos que una conversación no va por buen camino cuando empiezan con un típico “Nadie me llama puta y vive para contarlo”… a ver, cuidado, porque probablemente sea cierto que quieren cerrarte la boca por tenerla demasiado abierta… que todo ángel se caga de vez en cuando en Dios, a todo cerdo le llega su San Martín y tonto tonto, mierda mierda.

                                   ¡El que quiera entender, que entienda!
                    Ahora también os digo…, que el que quiere entender, entiende.



Las cosas claras y el chocolate con zurros, sí con Z, para quitarle espesor al asunto.

Nos auto-engañamos con fáciles excusas que calman nuestra conciencia pero en el fondo sabemos que son papeles que no hacen honor a su valor, NO pagaríamos un duro por nuestros argumentos aunque en plena batalla los defendamos a capa y espada.



 Así que, por favor, en esos momentos en los que nuestra voz interior está flipando y preguntándonos porque decimos una cosa cuando queremos decir la contraria, ese segundo de desafío con nosotros mismos cuando nos debatimos entre el orgullo o la humildad… desabrochemos la capa y tiremos la espada, no nos dejemos engañar con el falso bálsamo de una retirada a tiempo es una victoria, cambiemos la coraza de las excusas por la piel, la piel de siempre, ésa, la frágil, la tuya… reza al dios que más simpatía te despierte y al toro, acude con todo (que la mayoría de veces es lo mismo que nada).

Seamos coherentes por el simple placer de dar en la boca a todos aquellos que nunca lo son, solamente por dejar de serlo una vez. Todas las moscas acuden a la mierda, y últimamente parece haber mucha.


Mucha, ¿Qué?


Mucha Mierda para los que mueran matando porque serán los últimos en reír y es sabiduría popular que el que ríe el último, muere mejor

UY!, perdón…Ríe mejor.

Valoremos las consecuencias para no poder decir nunca que nos han pillado por sorpresa, ya existen bastantes cosas al azar como para dejarnos a nosotros mismos, lo siento, pero es imposible dejarnos llevar por la corriente, que luego nos golpean en la cara con el doloroso “Ande yo caliente y jódase la gente” y por hacer no hacemos ni un parpadeo. Sin embargo, luego nos dicen que las cosas en caliente nunca nos salen bien, 

¡Joder!, Aclárate.





                             ¿No querías caldo?, Pues toma dos tazas.





Ojos que no ven, corazón que no siente… Venga, ¿En serio?...Somos humanos y como tales nos tira más la curiosidad que la certeza, aaah!! pero espera, que la curiosidad mató al gato


Frase sentenciosa para quien la quiera, somos muy dados a dejarnos coartar por los demás…por el interés te quiero, ya seas Andrés, Pablo o la vecina del primero. 






Pues bien, para quien lo quiera…



Para mí que no lo quiero…, ojos que no ven, tozolón que te cascas. Y lo siento por la curiosidad pero ni soy gato ni creo serlo nunca, que por la noches todos los gatos son pardos, y yo soy muy puta.


                                                                                                Aquí Paz, y después Gloria.


AMB

domingo, 1 de junio de 2014

El arte de cagarla

                                                                                                                                        
                                                                                                                                          Que cuando pudiste, no quisiste.
                                                                                                                                          Que cuando quieras, no podrás





Chasing Cars-Snow Patrol




Hoy es una de esas veces en las que dices “si hoy escribo, lo bordo”, pero no tienes nada a mano y rezas porque tu memoria sea más duradera de lo normal.

Todo poeta tiene su musa, y yo como humilde aspirante a tal, intento tenerla.

Empezaré diciendo que me encuentro descosida. Por el tiempo, las palabras y las promesas rotas.

No lo conseguí.


Nosotros, todos, buscamos en algún momento y de alguna forma ese compañero cómplice, que te comprenda en los momentos de odio propio confiando que siempre te enseñe un poquito de luz entre tus propias tinieblas. Nosotros, todos, los que acabamos cometiendo el error de acostarnos con él y ya no solo conocemos sus palabras sino también sus caricias.

El momento en el que estás demasiado involucrado como para echar atrás y que no duela, el momento en que has cruzado la línea y el seguir hacia delante duele tanto o más como echar a correr en sentido contrario y desaparecer de la carrera. 
El momento en que hemos dejado la reflexión, porque estábamos muy agustito, para más adelante y nos ha acabado pillando el tren, como quien dice. Ni tren, ni ostias, aquí las cosas por su nombre, LA HEMOS CAGADO.

Perdónenme por la expresión, pero hay veces que es necesario ser claro en las pocas cosas en las que todavía sientes que tienes control en tu vida, la forma en que te expresas.

En mi caso la cagué cuando…




Le di la aguja y un hilo enhebrado en ella , me dijo que sin dedal, a la brava, que si no dolía no curaba. 

Y le dejé coserme todas las costuras de los años.

Y donde quedaban cicatrices él me daba besos.

Y donde quedaba tela, él me la quitaba, como la ropa, pero esa es otra historia. 

De momento comenzó por vestirme.

Fue vistiéndome con mimo, las cosas como son.





Y cuando por fin terminó de coser y yo de cantar, nos reencontramos. 

Mordió el hilo sobrante, hizo un nudo con manos hábiles y lo escondió entre uno de los pliegues de mi piel para que nadie lo viera, ni yo misma.

Ese fue mi error, no saber donde residía mi punto débil, el inicio del retorno. 
No sólo le di mi piel,con ella le di el poder de dejarme en el punto exacto donde me encontró.

Y pasó lo que tenía que pasar, que el tren me acabo pillando y en medio de las vías me vi a mi misma con hilos por todos lados. Hilos rotos y con menos tela que años atrás.

Hace calor pero el frío lo llevo yo dentro, esta vez la aguja y el hilo no me lo quita nadie, esta vez me coso yo. Es cierto eso que dice un buen amigo: “Para aprender, perder”.


Ya no bebo de tus labios que me los negaste, beberé de cualquier litro mientras saboreo el desamor que tú brindaste, que, por cierto, no lo hiciste nada mal.

Desamor y abstinencia: tequila, limón y sal.


No te prohíbo nada, que ya lo haces tú.




No es bueno ser de tonos blancos y negros, pero somos así, jugar a medias tintas nunca se llevó bien con mis nervios. 

Llámame de todo pero no podrás decirme nunca que no fue por mí, yo que aposte en todos tus juegos aun a sabiendas de que los perderías, llámame tonta pero volvería a jugar a pesar de que me perdieras.

Has gritado alto toda tu vida menos para pedir que tocaran otra vez nuestra canción.


La he pedido yo y la he bailado, sola, y déjame decirte, que la he disfrutado como nunca.



Me he vuelto a reencontrar con mi habitación, y las cuatro paredes que tan bien me conocen y he dejado huérfana una cama de metro ochenta. Me he agazapado y me he dejado curar.

He visto mi valor en sus ojos y si cruzar una puerta no era suficiente, la he cruzado yo para volver a casa y cerrarla tras de mí. Hoy sólo vengo yo. Deseo que valga la pena.

Deseo cagarla cien veces más para poder decir que han valido la pena, que necesitaba saber el desenlace y si no has brindado conmigo, al menos he vuelto a verte perdido entre la multitud, y eso no me lo quita nadie, ni siquiera tú.

Deseo que el que quiera entender que entienda, porque si quieres y entiendes, Corre.

Deseo andar sola hacia casa para poder oírte correr a lo desesperado por una causa desesperada hacia una desesperada sólo para decirte mil veces NO y que sigas corriendo  hasta caer rendido en mi puerta y ser mío el golpe final que te lleve a tu principio.


Y una vez entonces                                                                     Cagarla de nuevo. 





AMB